Las estadísticas sobre la salud mental de los estudiantes universitarios de todo el mundo parecen haber empeorado notablemente como consecuencia de la pandemia y el confinamiento al que se han visto sometidos. Las cifras de la gráfica que acompaña esta publicación hablan por sí solas.
Las estadísticas sobre la salud mental de los estudiantes universitarios de todo el mundo parecen haber empeorado notablemente como consecuencia de la pandemia y el confinamiento al que se han visto sometidos. Las cifras de la gráfica que acompaña esta publicación hablan por sí solas.
Por tanto, se trata de un asunto que las instituciones educativas no pueden dejar de atender puesto que afecta a su bienestar personal, las tasas de éxito estudiantil y la duración de las carreras, que en última instancia repercute en la acreditación de las propias IES.
¿Qué pueden hacer las instituciones para mejorar la salud mental en la educación superior? Generar mejores programas de acompañamiento que incluyan el bienestar integral del alumno, así como la implementación de intervenciones presenciales y remotas basadas en la tecnología. Es cierto que un gran número de alumnos afectados por problemas de salud mental no buscan ayuda. Sin embargo, como consecuencia del aislamiento al que los estudiantes se han visto sometidos en los últimos tiempos como resultado del Covid-19, parece ser que, en general, están buscando más oportunidades para conectar física y virtualmente en el campus.
Por tanto, si las IES logran fomentar estas conexiones y cuentan con más datos en la mano, aquellas organizaciones que dispongan de soluciones y herramientas de analítica de datos adecuados, podrían tenerlo más fácil a la hora de monitorizar este tipo de casos y buscar soluciones. En Nimbi te mostraremos cómo puedes liberar tus datos para hacer un seguimiento de 360º de tus alumnos para que puedas ayudarlos cuando más lo necesitan.
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